Reflexión: Redibujar el futuro

Se nos hace la pregunta: ¿Crees que es importante desde la infancia, conocer otros modelos de oficios y profesiones? ¿Por qué?

Mientras siga habiendo pasillos de color rosa para las niñas en las jugueterías, seguirá haciendo falta conocer otros modelos de oficios y profesiones. Mientras siga existiendo discriminación por sexo y género en el mundo laboral, de nuevo, seguirá siendo importante. Hasta que no haya igualdad (o equidad) de género a nivel profesional y social, no dejará de tener muchísima importancia el conocimiento de modelos variados y abiertos de oficios y profesiones.

Tras una de las primeras lecturas de esta unidad (Guia de Ayuda Profesional.pdf - Google Drive) me viene a la cabeza una anécdota. Yo crecí en un hogar donde se fomentaba la igualdad de género. Me enseñaban que yo podía aspirar a todo cuánto quisiera hacer o ser, y me animaban a trabajar duro para alcanzar mis "sueños". Cuando yo decidí que quería estudiar para astrofísica allá para finales de los años 80, en casa estaban muy contentos, aunque no sorprendidos, pero resultó ser toda una novedad en mi instituto. La gente se quedaba impresionada al enterarse.

Una vez en la universidad, era una más, aunque ciertamente había menos de nosotras que de nuestros compañeros varones. Para un examen de química del primer curso, entré francamente distraída porque mi abuelo había fallecido el día anterior, pero no se me ocurrió que a lo mejor podía pedir un par de días para volver a centrarme. Me presenté al examen tal cual y... suspenso.

Acto seguido, mi tutor me llamó para quedar a charlar sobre mis estudios. Y de una forma paternal y condescendiente, me dijo que había elegido unos estudios muy difíciles y que no eran para todo el mundo... que a lo mejor debería considerar la posibilidad de cambiar a unos estudios más fáciles. Me sentí destrozada y humillada y, en lugar de defenderme y luchar por ese "sueño", accedí y cambié por completo de carrera. Esa decisión ha marcado mi vida de tal forma que no me puedo ni imaginar en dónde estaría hoy en día, de haberme mantenido firme. Y tiendo a pensar que el consejo de mi tutor procedía de una perspectiva sumamente arcaica y sexista. Que empleara la sobregeneralización sobre mi rendimiento escolar - cogiendo el resultado de un solo examen a mitad del semestre para insinuar que yo no valía para esa carrera - fue innecesario, cruel y contundente.

Más de 30 años más tarde, me gustaría pensar que mi hija, que desea ser ingeniera, no tendrá que pasar por ese tipo de situación, pero que si se ve así atacada, tendrá la confianza de defenderse y de seguir el camino que ella elija.

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